Historia

El embrión inicial del Colegio Provincial de Sordos fue el “Centro de rehabilitación de Sordos” que se ubicó en los sótanos del Hospital de Mora de Cádiz, junto al mortuorio de dicho hospital, y que comenzó su andadura en Abril 1.970. La unidad dependía del Jefe del Servicio de ORL del Policlínico, D. Juan Bartual Pastor. Dicha unidad contaba con una profesora María Teresa Díaz de la Herranz que  atendía a un  reducido grupo de alumnos sordos (6/7 alumnos) en horario de 10 a 13 h. y cuyas edades eran muy diversas. De la gestión administrativa se encargaba África Salces,  monja que trabajaba en la Farmacia del Hospital y que como trabajadora social llevaba los temas sociales de las familias.

En Mayo de 1.971, se aumenta la plantilla el centro con las profesoras, Cristina Marín Anula y Aurora Díaz Tejerina, que son contratadas temporalmente por la Diputación Provincial. Fueron tiempos difíciles, sin recursos, sin experiencia, pero con ilusión.

En 1.973 el número de alumnos de la unidad se incrementa considerablemente al incorporarse a la misma los alumnos sordos que estaban escolarizados en AFANAS (Cádiz).

Con dichas incorporaciones, el nº de alumnos y profesores aumenta y en el curso 73/74 se firma un convenio entre el MEC y la Diputación Provincial de Cádiz para la creación del “Centro de E.E. Hospital de Mora” en dichas actuaciones intervienen entre otros el Inspector de Educación D. Jesús Gea y el responsable del área  social de la Diputación Provincial, D. Juan Gilabert.

Pilar fundamental en estos inicios fue la Asociación de Padres  de Alumnos, cuyo primer presidente José María Rodríguez Montes, con el apoyo de otros muchos, lograron, no sin esfuerzo, consolidar lo que sería el Colegio de Sordos.

Durante el curso 74/75 el horario de clases se amplía a mañana y tarde y los alumnos mayores comienzan a acudir a los talleres que había en la institución Valcárcel, incorporándose al Centro más personal.

El curso siguiente 75/76 y con el fin de mejorar las instalaciones que eran inapropiadas y que se habían quedado pequeñas, el Centro se traslada al complejo educativo “El Madrugador” de El Puerto de Santa Maria, cuyo director por aquellas fechas era D. José Antonio Luna Riel, que con el paso de los años sería secretario del Colegio de Sordos.

Durante un año se comparten las instalaciones con los alumnos del Centro “El Madrugador” y el  curso 76/77 el Centro regresa de nuevo a Cádiz, concretamente a la Calle Veedor, una típica casa Gaditana con un patio interior de 20 metros cuadrados alrededor del cual de ubicaban las clases. El edificio no reunía los requisitos mínimos y los alumnos realizaban un recreo después de comer  de 2 a 3 de la tarde en la cercana plaza de San Antonio, con los riesgos que ello suponía por el tráfico existente.

El curso 77/78, y con un claustro de seis profesores, asume la dirección del Centro José Acosta Bautista, que se encuentra con innumerables problemas, como la falta de espacio, falta de talleres, falta de equipamiento técnico, etc.

Después de estar dos años en la calle Veedor, el Centro traslada sus instalaciones al Colegio Menor “Primo de Rivera” de Jerez, situado en la Avd. Carrero Blanco. El edificio con varias plantas se acondiciona utilizando las dos primeras para las aulas y la tercera como internado que comienza con la pernoctación de 10 o 12 alumnos.

El curso siguiente 79/80 la Asociación de Padres de alumnos adquiere en la calle Martín Ferrador de Jerez un Chalet que convierten en el “Hogar Infantil Ntra. Sra. del Silencio” y que acoge a los alumnos internos.

En el año 1979, siendo Director General de Educación Especial  D. Antonio Núñez Sauco y con la intermediación del entonces Ministro de Asuntos Exteriores D. José Pedro Pérez Llorca, amigo de la infancia de D. Juan Bartual, el MEC libera una partida presupuestaria de 54.000.000 de pesetas para la construcción del futuro Colegio Provincial de Sordos de Cádiz, cuya ubicación está por determinar. Desde la Asociación de padres se realizan gestiones con los Ayuntamientos de El Puerto, Cádiz y Jerez, para la cesión de los terrenos necesarios, siendo  este último quien cede una parcela de 10.000 metros cuadrados en la periferia del casco urbano.

En el curso 81/82, y tras muchos años de espera, el Colegio Provincial de Sordos está construido en su actual ubicación en la zona denominada “Rancho Colores”  en el extrarradio de Jerez, pero el acceso al mismo desde la carretera nacional cuarta presenta graves problemas para los transportes escolares que no pueden acceder al mismo. Las gestiones con el Ministerio de Obras Publicas para buscar una solución se retrasan y es necesario encontrar una ubicación provisional para el colegio ya que la salida del Colegio Menor tenía como fecha tope Diciembre de 1.981.

En Enero del 82  el Centro se traslada provisionalmente a unos bajos comerciales del Edificio Puerto Mar de la Urbanización Valdelagrana en el Puerto de Santa Maria, cuyas instalaciones habían sido utilizadas provisionalmente como oficinas de la General Motors.

Tras innumerables gestiones y con la colaboración de la empresa Rumasa, se logra que los autobuses escolares entren por la puerta principal de Bodegas Internacionales y salgan por una puerta lateral para incorporarse al camino de acceso al Centro, con lo que se salva el problema que planteaba la Jefatura Provincial de Trafico de incorporación a la nacional cuarta. En 1.983 y con innumerables carencias: falta de teléfono, agua caliente, etc., el Centro se traslada definitivamente contando en sus comienzos con un claustro de 19 profesores.

En estos primeros años se pone en marcha el servicio de Atención Temprana, que atiende alumnos menores de 6 años. Dicho servicio se realiza un sábado cada quince días.

 También comienza a funcionar el internado del Centro que cuenta con un nutrido grupo de alumnos.

El Centro es dotado por el Ministerio de Educación y Ciencia y el horario de clases se establece de 10 a 13 y de 15 a 17, con dos horas entre la jornada de mañana y tarde que los alumnos aprovechan para comer y jugar.

La Dotación inicial era la siguiente:

18 profesores

1 gobernanta

5 cuidadoras

4 Educadoras

6 Limpiadoras

1 vigilante nocturno

1 oficial de mantenimiento

3 Cocineros

Y el número de alumnos matriculados superaba los 140, de los que más de 30 eran internos.

Los primeros años fueron complicados y fue necesario realizar paulatinamente mejoras en el Centro como el equipamiento de calderas para el agua caliente, calefacción para las aulas, instalación de una línea telefónica, adquisición de aparatos de amplificación, dotación de la biblioteca, maquinaria para los talleres.etc.

La formación del profesorado se convierte en asunto prioritario y el profesorado asiste a diversos cursos. Se comienzan a realizar proyectos educativos como el Huerto Escolar o el Plan Alambra, cuya dotación inicial fueron cuatro ordenadores sin disco duro (disco flexible de 5 ¼) y dos impresoras.

En Noviembre de 1.987 el Centro consigue realizar en sus instalaciones el 1º Curso de Metodología Verbotonal. El aparataje de dicha metodología era de difícil adquisición ya que había que adquirirlo e impórtalo desde Marsella (Francia) a través de un Agente de aduanas con complejos trámites y a unos costes elevadísimos.

Los talleres de Pretecnología que llevaba José Antonio Luna Riel pasan a comienzos del curso 90/91 a conformarse oficialmente como dos unidades de FP Adaptada (no reglada) y son dotados con dos maestros de taller y dos profesores de EGB, así como del material necesario. Con ello el Centro se garantizaba una formación profesional para aquellos alumnos cuyos niveles educativos les dificultaban la realización estudios reglados.

Durante muchos años el internado fue parte integrante e indivisible del Colegio y sus primeros directores dependían administrativa y funcionalmente del director del Centro, hasta su segregación en el año 1.989.

En el curso siguiente 91/92, José Acosta Bautista deja la dirección  del Centro para desarrollar su trabajo en la Delegación de Educación, asumiendo la misma de manera provisional durante unos meses Dña. María Luisa Gilabert Ibáñez como Jefa de Estudios.

 Al finalizar dicho curso se convocan elecciones y el nuevo equipo directivo queda constituido por Joaquín Herrero Priego como director, Pilar Galán Ibáñez como Jefa de Estudios y José Antonio Luna Riel como secretario.  En Octubre de 1993 asume la secretaria Julia de Latorre Valle, conformando con ello el actual equipo directivo, el cual viene desarrollando su labor de manera continuada desde dicha fecha.

Durante estos años el centro ha consolidado su plantilla, contando en la actualidad con todo el profesorado especialista en Audición y Lenguaje o Pedagogía Terapéutica, así como con formación complementaria en Psicopedagogía, Interpretación en Lengua de Signos o Educación Social.

La oferta Educativa se ha visto ampliada abarcando las edades de 0 a 20 años (Atención Temprana, Escolarización Combinada, Unidades de Educación Infantil 3-5 años (AL/PT), Formación Básica Obligatoria y Programas de Transición a la Vida Adulta y Laboral.

El equipamiento técnico y las instalaciones se han mejorado significativamente y las condiciones de trabajo y los avances tecnológicos nos han permitido ofrecer a nuestros alumnos una educación de calidad y unos niveles de integración escolar superiores al 80%.

Desde el curso 82/83 hasta el año actual, han transcurrido muchos, años de dificultades, de cambios, de transformación, de ilusión, de trabajo y de dedicación.

Nuestra F.P Adaptada ha pasado por ser PGS, PCPI o PTVAL y nuestra EGB a ser Educación Primaria o Formación Básica Obligatoria.

Todos los profesores, profesionales, padres y alumnos que han pasado por el Centro durante todos estos años,  han dado lo mejor de si y todos han dejado, nos han dejado una huella imborrable.

Son innumerables las actividades y los momentos que hemos compartidos juntos, excursiones con nuestros alumnos a Cazorla, Galicia, Portugal, Mallorca, Barcelona. Jornadas de convivencia con las familias en la Suara, en la Puntilla, en la Barrosa. Semanas Culturales que hemos compartido con otros centros educativos. Funciones de teatro donde los padres han disfrutado con la actuación y la interpretación de sus hijos y donde los profesores hemos visto reflejado nuestro esfuerzo y nuestro trabajo.

Todo ello conforma nuestra historia, la historia del Colegio Provincial de Sordos, la historia de todos y cada uno de nosotros, de los que están y de los que nos dejaron, una historia que nos pertenece y que siempre nos acompañara a lo largo de nuestra vida.